domingo, 23 de septiembre de 2012

LA FABRICA

Máximo Ballester                                                              

Las mesas, las estanterías frías.
El piso.
Las cajas apiladas.
Las bolsas con nombres de localidades
o con nombres de negocios o apellidos.
Mercadería: prendas, talles, texturas, colores.
Las cajas con etiquetas que indican un destino.
Las máquinas de sunchar.
Los rollos de tela embolsados y apilados.
Las largas mesas de corte.
Los ruidos.
Los papeles.
Las ventanas altas. El día colándose
por entre los vidrios como pidiendo permiso.
Los cielorrasos.
La losa.
Los escobillones juntos en un rincón.
Los cestos de basura.
El polvillo, la pelusa de las telas cortadas.
Nuestras pequeñas cosas por ahí, ocultas,
debajo de las mesas. Nuestras pequeñas cosas
de todos los días.
El timbre de la puerta, dócil al dedo, tonto al oído.
El timbre largo, el de llamada, que anuncia las 8.
Las camionetas afuera.
Las oficinas.
El jefe.
Los pasillos.
Los baños.
Las escaleras.
La máquina de café.
Los matafuego.
Las cintas amarillas de seguridad.
Las planchas.
Los carros.
Los canastos.
Las computadoras.
Las cintas de embalar.
Las lapiceras/los marcadores.
El talle S.
El talle 42.
El talle XXL.
El jersey, la modal, la frisa, el jean.
La radio.
Los parlantes.
La radio otra vez.
Mi ficha 190.
Todas las fichas ordenadas como pequeñas
lápidas junto al fichero.
Los relojes. La hora. Los relojes.
Las puertas, todas las puertas.
Todos nosotros.
Todos nosotros yendo y viniendo.
Todos nosotros funcionando.
Las cajas. Las cajas son más pesadas cuando
no hay ganas de levantarlas.
Las cajas con manchas de aceite de máquina.
Las cajas cerradas con cintas que en rojo dicen:
FAJA DE SEGURIDAD.
Las bolsas que arrastramos, que acomodamos.
Las bolsas que cargamos.
Nuestras voces. Las cosas que decimos.
Todas esas palabras que a veces no sabemos bien
por qué las decimos.
Nuestras miradas. Nuestros gestos.
La fábrica vista de afuera.
La fábrica vista de adentro.
Todas las cosas ordenadas.
Todas las cosas por hacer.
Todas las cosas que hacemos y las que no hacemos.

Algún día voy a morirme por todas estas cosas.


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2 comentarios:

  1. Gracias, José. Qué lindo se ve mi poemita aquí.
    Hermoso el blog repleto de pensamientos y poesía. Un orgullo para mí. Un abrazo grande.

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    Respuestas
    1. Gracias a vos por participar de este proyecto. Que siga la poesía. Un abrazo, Máximo.

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